¿Cómo me doy cuenta si mi hijo necesita usar lentes?

Muchas veces los problemas visuales determinan un rendimiento escolar bajo, por eso es importante que tanto padres como educadores estén atentos a las reacciones de los niños.

Antes de hablar de todas y cada una de las anomalías visuales existentes, es muy importante que tomemos conciencia de la necesidad de una detección precoz de las deficiencias de la visión, en beneficio de una disminución de las estadísticas que señalan cifras de bajo rendimiento escolar.
Las anomalías visuales más comunes en la infancia, como la miopía, la hipermetropía, y el astigmatismo, pueden ser una de las causas más importantes de un bajo rendimiento en la escuela primaria. Por eso debe someterse a los niños a exámenes visuales con cierta periodicidad y desde muy temprana edad.
Los problemas visuales más frecuentes en la edad escolar, son además de miopía, hipermetropía y astigmatismo, el estrabismo, la ambliopía, las anomalías binoculares y los problemas de acomodación (enfoque). Cualquiera de estas anomalías puede redundar en un bajo rendimiento escolar.
Los estrabismos y ambliopías funcionales son los dos problemas que requieren un especial cuidado en estas edades y depende mucho del esfuerzo de los padres, educadores y especialistas de la visión, que se reduzca significativamente el número de casos. El estrabismo es una anomalía que afecta al siete por ciento de los niños y puede derivar en la segunda deficiencia: la ambliopía (ojo vago), estado caracterizado por la notable disminución de la agudeza visual de uno de los ojos.

Chequeo para padres y educadores

- Desvía un ojo

- Movimientos de cabeza al leer

- Visión doble

- Omite palabras

- Cierra un ojo cuando lee

- Añade palabras al leer

- Salta de renglón al leer

- Baja comprensión de la lectura para su edad

- Tuerce la cabeza al leer

- Se pierde entre líneas

- Siente picazón, escozor, lagrimeo

- Mezcla sílabas al leer

- Visión borrosa

- Postura forzada

- Dolores de cabeza

- Invierte sílabas o palabras

- Se frota los ojos

- Fatiga visual

- Ve mal de lejos

- Falta de  comprensión

- Parpadeo frecuente

- No le gusta leer

- Le molesta el sol

- Tamaño de letra irregular e inconstante

- Se acerca ala TV

- Se tuerce al escribir

- Se acerca al libro

- Se sale al colorear

- Se distrae fácilmente

- Se le puede calificar de inteligente pero vago

- Escasa atención en las tareas visuales

- Mala relación esfuerzos/resultados

Si su hijo presenta alguno de estos síntomas, es posible que tenga problemas de rendimiento visual.
Es adecuado un estudio de su función visual, tanto en el plano de lejos como de cerca. No hay que olvidar que es “de cerca” donde un estudiante realiza el mayor esfuerzo durante el mayor número de horas al día.
Resolver el bajo rendimiento escolar pasa por la concientización de padres, profesionales y especialistas, en la importancia de una detección precoz.